Tu grito de horror.
No veré más el ritmo de mis pequeños amores. Ahora la aventura,
el naufragio lento de los recuerdos.
¿Qué rumbo elegirá su rostro desconocido? ¿Bogando suave
por el mar Amarillo, o sangre adentro?
El adelantado parte; huye en busca de su salvación y exhorta
para no dar un paso atrás en su conquista.
Vengan indios milagrosos.
VIAJERA
La mujer se ha desgastado: las dimensiones del mar,
el sueño de las aguas.
Nada hay en ella. Todo lo anterior la disuelve, la inhabilita
para la cordura siguiente.
Francisco Urondo, Historia antigua (1950-1957)
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